SI NUESTRAS ANCHOAS HABLASEN...


En el número de 3 de la Calle del Cabo Rufino, ahí nos encontramos. Una terraza oculta por plantas que cuando la atraviesas te adentras en un lugar donde quedar con tus colegas, con la familia, con los compañeros de trabajo, con tu pareja, vamos, con quien tú quieras. Aquí podréis disfrutar de una cocina hecha con productos de calidad y con mucho amor que como bien dice el titular: si nuestras anchoas hablaran cuántas cosas contarían.

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COMO EN CASA


 O CASI


 Nos encanta que nuestros clientes se sientan como en casa, de hecho a alguno le falta venir con las zapatillas y el pantalón del pijama. Disfrutamos por ello, porque aquí se viene a comer bien y pasar un buen rato. A echar el día, la tarde o la noche, bueno, hasta el cierre, entre la 1:00 y las 3:00 h, depende del día, que nos vamos a descansar porque desde las 12 de la mañana creemos que está más que bien.
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